La mejor distancia no es una línea recta.

Estrada da Graciosa hace honor a su nombre. Es un camino para caminar despacio y disfrutar de la exuberante naturaleza.

El antiguo camino del siglo XVIII que llevaba mercancías desde y hacia los puertos costeros hasta la capital provincial sigue siendo un lugar agradable para los turistas y parada obligada para los viajeros.

La distancia más corta entre dos puntos es una línea recta, según la Geometría Euclidiana.

No tenemos motivos para dudar de Euclides, el mayor matemático griego y “padre de la Geometría”.

El concepto es fantástico para planificar tu viaje, pero no debería ser una regla absoluta porque la mejor distancia no siempre es la línea recta.

Algunos desvíos realmente merecen la pena.

Ya escribí que actualmente practicamos el turismo slow, haciendo del tiempo un compañero de viaje. Buscamos menos exageración y consumo y más puntos de recarga para nuestra energía.

La distancia entre São Paulo y Florianópolis por la ruta tradicional (vía Curitiba/Blumenau) es de 710 km. Tomando el desvío por Morretes/Guaratuba/Joinville se aumentan 40 km, es decir, casi nada.

Estrada da Graciosa hace honor a su nombre. Es un camino para caminar despacio y disfrutar de la naturaleza exuberante.

Bajando (o subiendo) la Serra do Mar se pasa sinuosamente por parte de la Reserva de la Biosfera de la Mata Atlántica, tal y como reconoce la Unesco.

Son 28 km de curvas cerradas y paisajes maravillosos, alternando asfalto y adoquines en buen estado. Sin embargo, al ser una carretera estrecha y de doble sentido, requiere mucha atención por parte del conductor.

El camino está rodeado de millones de árboles y plantas de todos los tamaños y especies propias del bioma. Es un fragmento de lo que fue la Mata Atlántica, hoy reducida al 12,4% de su formación original.

Hay dos parques estatales en el lugar, varios miradores y lugares para descansar, con quioscos, baños, asadores, mesas, bancos y césped con espacios apropiados para estirar las piernas de los viajeros.

Para entrar en onda y respirar el aire fresco de la montaña, detente en alguno de estos rincones para probar los deliciosos pasteles y el jugo fresco de caña de azúcar. Es una de las atracciones más conocidas del recorrido, pero hay opciones.

Los quioscos están ubicados estratégicamente para que podamos disfrutar del paisaje y relajarnos después de unas horas al volante.

Tómate un descanso para llenar tus ojos del verde del bosque y renovar tus pulmones con el aire fresco de la montaña. Siente el olor del bosque humedecido por el viento que viene del Atlántico, escucha las aves y las cascadas que caen en cuevas casi secretas. Observa las palmeras, pinos, bromelias y orquídeas visitadas por miles de mariposas de todos los colores. Si pasas por allí en primavera o verano, verás el espectáculo de las hortensias en flor al costado de la carretera. ¡Es un amuleto raro!

Es casi una sobredosis de naturaleza y tranquilidad. Si te apetece, medita en el privilegio de estar allí, aunque sea por poco tiempo.

Los fines de semana, las montañas están más concurridas. Aparecen muchos turistas, la mayoría de Curitiba. Hay un incesante sube y baja de bicicletas, motos y coches que desafían las empinadas laderas de Graciosa, disfrutando de los paisajes que se revelan a cada paso.

El antiguo sendero del siglo XVIII sigue siendo un lugar muy agradable, donde turistas de lejos y de cerca, o simples viajeros como nosotros, se toman un descanso para recargar pilas para continuar el viaje o empezar una nueva semana.

Si puedes, al pasar o venir por la región, desvíate y descubre un camino jardín. Tu viaje será más emocionante e inolvidable porque no hay nada igual.

Pueden ser similares, hermosos, encantadores, pero nunca serán tan elegantes.